Lo que comenzó como una curiosa aparición ocasional, hoy se ha convertido en un fenómeno que divide opiniones. Los capibaras, considerados los roedores más grandes del mundo, han triplicado su presencia en Nordelta, una de las zonas residenciales más exclusivas al norte de Buenos Aires, Argentina.
Según reporta The New York Times, se estima que actualmente habitan alrededor de mil ejemplares en esta área, donde su número creció significativamente durante la pandemia, cuando los habitantes permanecían en casa y los espacios naturales quedaron prácticamente libres para la fauna.
Aunque muchos vecinos reconocen que los capibaras son animales simpáticos e incluso encantadores, no todos están contentos con su presencia. Algunos residentes han denunciado daños en jardines, accidentes de tránsito provocados por su deambular en las calles, e incluso ataques a mascotas pequeñas.
Ante esta situación, varios habitantes han solicitado a las autoridades que se les asigne una zona segura donde puedan vivir sin afectar la vida cotidiana de la comunidad. Mientras tanto, el debate sigue: ¿son invasores o simplemente están recuperando su hábitat?