Cierra otro restaurante en la Av. Yaxchilán de Cancún
Con el cierre definitivo de la Taberna, ya solo serán alrededor de cuatro restaurantes que quedarán abiertos en la Yaxchilán, la otrora vibrante zona de antros y corazón turístico del centro de Cancún.
Poco a poco los bares y discotecas han ido cerrando y los edificios quedando en ruinas, y la misma suerte han corrido los restaurantes.
El cobro de derecho de piso, extorsiones, ejecuciones, levantones, asaltos, venta de drogas, problemas severos de inundación y tráfico pesado en horas pico, convirtieron en pocos años, en un infierno un tramo (entre la Sunyaxchen y Uxmal), en la céntrica avenida.
Hubo varios esfuerzos privados y de gobierno por revitalizar o mantener lo que había sido el corazón de la vida nocturna en la ciudad, una “competencia modesta” al “todo incluido” de los hoteles que de esta forma acapararon al turismo para ya no dejarlo salir más a la ciudad.
La Yaxchilán no aguantó más. Poco a poco los negocios han ido cerrando definitivamente o emigrando a otros puntos de la ciudad con un empuje comercial interesante: Puerto Cancún, Plaza y Malecón Las Américas, la av. La Luna, Plaza de Toros, Cobá, y la propia Yaxchilán, en su extremo próximo a la Kabah, por citar algunos.
En la Yaxchilán queda La Parrilla, uno de los restaurantes más antiguos y “típicos”, un restaurante más modesto a su lado, El Poblano, el restaurante y el salón de baile de “Los Cubanos”.
A partir de la pequeña glorieta frente a dos hoteles hasta las oficinas de Economía, solo se ven edificios en ruinas, llenos de basura, maleza, cristales rotos, pestilentes.
Dueños y empleados de La Taberna estuvieron informando con tiempo a sus clientes que se marchaban, pero ayer corrieron una invitación a la prensa el viernes para informar de su despedida después de “21 años de alegrías y miles de anécdotas”.
La sucursal, “ícono” de la Yaxchilán cierra sus puertas, pero las abrirá nuevamente, solo que ahora en Malecón Américas.
Probablemente abran otros negocios en la zona pero se ve difícil el panorama para los restaurantes, bares y discotecas, y los que quedan, será por mucha entereza o mucha buena suerte.
(Con información de Macrix)