Operativo de Seguridad en Cancún: Decomisan drogas, armas y equipos tecnológicos en el Centro Penitenciario de Benito Juárez
En un operativo conjunto que involucró a varias autoridades de seguridad, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Quintana Roo, en coordinación con la Guardia Nacional, la Secretaría de la Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Fiscalía General del Estado, y la Policía Preventiva y Municipal, realizó con éxito un cateo en el Centro Penitenciario de Benito Juárez en Cancún, logrando el decomiso de una significativa cantidad de objetos ilícitos.
El operativo, que tuvo lugar ayer, se llevó a cabo con el objetivo de reforzar la seguridad dentro del penal, detectar objetos prohibidos y garantizar que las instalaciones penitenciarias cumplieran con los protocolos establecidos para la seguridad de los reclusos y el personal. Las autoridades lograron incautar una amplia variedad de artículos no permitidos que representan un riesgo tanto para la estabilidad interna de la prisión como para la seguridad pública en general.
Entre los objetos asegurados se encuentran 32 teléfonos celulares, 37 cargadores, tres audífonos, 46 memorias USB, 12 armas punzocortantes, 19 cables USB, nueve básculas, un cargador de laptop, nueve adaptadores USB y seis módems, lo que evidencia el uso de tecnología no autorizada dentro del penal, además de los elementos potencialmente peligrosos.
El decomiso más preocupante fue el hallazgo de sustancias prohibidas, que incluyen 469 gramos de marihuana, 105 gramos de polvo blanco, 180 dosis de cristal, 30 gramos de cristal, y tres dosis de marihuana, junto con una pastilla de color café. Estas sustancias representan una amenaza significativa para el orden y la seguridad dentro del centro penitenciario y podrían estar vinculadas a actividades ilícitas dentro y fuera del penal.
Además de los objetos y sustancias, las autoridades también incautaron 19,615 pesos en efectivo y 31 dólares en diversas denominaciones, lo que podría estar relacionado con actividades de contrabando o extorsión dentro de las instalaciones.
Este operativo forma parte del compromiso continuo de las autoridades para mantener la seguridad tanto dentro de las cárceles como en sus alrededores. Las acciones de inspección y decomiso son fundamentales para prevenir la introducción de objetos peligrosos y sustancias prohibidas que puedan alterar el orden y poner en peligro la seguridad de los reclusos, el personal penitenciario y la sociedad en general.
Las autoridades han resaltado la importancia de mantener el control y la vigilancia constante en las cárceles del estado, para evitar que los centros de reclusión se conviertan en puntos de proliferación de actividades criminales. Con este tipo de operativos, se busca garantizar que las prisiones funcionen como espacios de rehabilitación y no como refugios para organizaciones criminales.