Sedena habría usado Pegasus para obstaculizar investigación sobre ejecución extrajudicial
El Centro Militar de Inteligencia (CMI), dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y dirigido por el general Luis Cresencio Sandoval González, habría utilizado el spyware Pegasus al menos en una ocasión durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. La herramienta fue utilizada para obstaculizar una investigación sobre la ejecución extrajudicial de tres civiles por parte de soldados en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Un oficio secreto elaborado por el CMI el 2 de septiembre de 2020, dirigido a Sandoval, expone elementos encontrados en el teléfono de Raymundo Ramos Vázquez, director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, durante el mes de agosto de ese año. Momentos de la intervención del teléfono de Ramos por parte del CMI coinciden con las fechas de ataques con Pegasus que el Citizen Lab encontró en el dispositivo del activista. El celular de Ramos fue intervenido con Pegasus los días 18, 19 y 28 de agosto, así como el 2 y el 3 de septiembre de 2020.
El informe secreto forma parte de los millones de archivos internos de la Sedena hackeados por el colectivo Guacamaya y que fue consultado por Proceso, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Artículo 19, SocialTIC, Animal Político y Aristegui Noticias. Este informe expone una vez más las mentiras de la Sedena respecto al espionaje ilegal, la institución siempre ha negado intervenir las comunicaciones privadas de ciudadanos y ha sostenido que no ha contratado Pegasus desde el año 2013.
Informe polémico
El oficio secreto del CMI fue revisado y aprobado por el general Homero Mendoza Ruiz, quien en ese momento era titular del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), y por Conrado Bruno Pérez Esparza, titular de la Subjefatura de Inteligencia del EMDN, y Gerardo Becerra López, entonces director del CMI, ahora agregado militar en la embajada de México en Panamá.
El CMI recomendó a Sandoval que entregara el informe a la Policía Ministerial Militar, pero sin agregarlo a la carpeta de investigación del caso de Nuevo Laredo, en una flagrante interferencia en el trabajo de los fiscales. La Sedena y la Presidencia de la República no respondieron a los cuestionarios que les enviaron los medios participantes en esta investigación.
Este informe contrasta con las declaraciones del presidente López Obrador, quien ha afirmado que su gobierno no ha comprado Pegasus a la empresa israelí NSO Group y, por ende, no lo ha usado para espiar de manera ilegal a ciudadanos, como lo hicieron sus antecesores Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
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