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Autosuficiencia financiera casi se logró: Gobernador Carlos Joaquín

Autosuficiencia financiera casi se logró: Gobernador Carlos Joaquín

Con finanzas sanas y estables, un esquema presupuestal cercano a la autosuficiencia, deudas renegociadas y transparencia total en e manejo de los recursos, Carlos Manuel Joaquín González entregará el gobierno estatal que recibió el 25 de septiembre de 2016 a punto de la quiebra y que enfrentó en la segunda parte del sexenio una tormenta perfecta ocasionada por la pandemia que puso en jaque al sector turístico mundial.

Entrevistado por el director de En Cambio Quintana Roo, José Antenor Ancona Rodríguez, en la casa de gobierno en Cancún, Carlos Joaquín se muestra tranquilo y abierto.

Desde el primer día de gobierno, Carlos Joaquín enfrentó importantes retos financieros, económicos y sociales. Un presupuesto disminuido por la política de reparto financiero con énfasis poblacional en un estado que registra 1.8 millones de habitantes, pero con necesidades reales para 2.3 millones por la población flotante, turistas, migrantes, familias enteras que llegan todos los días atraídos por el desarrollo de la industria turística y requieren de servicios públicos inmediatos en ciudades que crecen a ritmo de dos dígitos desde hace 40 años.  No niega que tuvo todo el apoyo del gobierno de Enrique Peña Nieto para sortear los problemas financieros y abrir 2017 con obras y crecimiento.

A la pregunta puntual de Ancona Rodríguez, el gobernador quintanarroense explica que el presupuesto recibido para el ejercicio de 2017 elaborado por el gobierno saliente, no fue suficiente para sostener los servicios requeridos por ciudades con crecimientos tan acelerados como Cancún creciendo a doble digito desde hace más de 40 años, Playa del Carmen, en veinte años, Tulum hace cuatro años y ciudades como Bacalar con posibilidades de crecimiento muy acelerado. El Estado demandaba un presupuesto mayor, pero la fórmula de reparto financiero nacional en función del número de habitantes lo impidió.

Como la solución no podía llegar de afuera, se optó por encontrarla en el mismo gobierno estatal, con un esquema financiero que marchara al ritmo del crecimiento demográfico esperado, un esquema de autosuficiencia total que arrancó con la renegociación de la deuda heredada que ascendía a más de 20 mil millones de pesos, carga financiera que hacía muy vulnerable al Estado.

Deudas que habían sido contratadas con tasas de interés por arriba de TIEE +4, TIIE +3.7, se refinanciaron a TIIE +.75, menos de 1, lo que permitió disminuir el costo del manejo de la deuda y disponer de recursos para inversión. Enseguida hubo un cambio radical en la forma de manejar los recursos con transparencia total. El gobierno de Quintana Roo fue el primero en entrar en un esquema de Gobierno Abierto a través de organizaciones de la sociedad civil. Actualmente todos los contratos y montos financieros se pueden consultar abiertamente en la página de transparencia del Gobierno del Estado.

Ante las cámaras del grupo editorial GREMOL, reconoce el gobernador que se quedó a un paso de lograr el plan de autosuficiencia presupuestal estructurado desde el inicio y que tenía previsto concluir en cuatro años. Dicho plan no aterrizó en su totalidad por la pandemia que devastó a la industria turística, fuente principal de ingresos del estado de Quintana Roo. Los gastos de emergencia y la baja recaudación al paralizarse la economía, puso un dique a las aspiraciones de concluir el ambicioso plan.

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Con la pandemia, el gobierno estatal tuvo que tomar riesgos y atender imprevistos, tratar lo extraordinario con recursos ordinarios, generar deudas mayores, recurrir a financiamientos de corto plazo para mantener los pagos de nómina, la operación del estado y pagar impuestos. En los hospitales se amplió el número de camas de 300 a más de mil en dos semanas. El inventario de medicamentos para dos o tres años se consumió en dos o tres meses. La nómina de salud se incrementó diez veces, así como los gastos en alimentos, energía eléctrica, gas, estímulos fiscales y además cayó la recaudación propia ante la caída drástica de toda la industria turística.

Recuerda, ante las preguntas de Ancona Rodríguez, que el golpe de la pandemia fue severo y frontal, 18 millones de asientos de avión se cancelaron, la ocupación hotelera llegó a bajar hasta 3 por ciento, prácticamente, hoteles desiertos, lo que resultó en despidos masivos de trabajadores que se contuvo por fortuna gracias a la buena fe de empresarios que se mantuvieron firmes para evitar una crisis mayor de desempleo en Quintana Roo.  Gobernar bajo condiciones tan complejas requirió un carácter firme y un esfuerzo adicional.

Quintana Roo estuvo a punto de lograr la autosuficiencia presupuestal, asegura el gobernador y agrega que, en materia administrativa, el gobierno estatal cuenta con mejores esquemas financieros que hoy le permiten al gobierno saliente, tener un proceso de entrega-recepción muy claro, muy transparente, con una situación financiera mucho más estable que el nivel de casi quiebra como se recibió en 2016.

Carlos Joaquín reconoce que en el trayecto de 2017 y 2018 contó con el apoyo del gobierno de Enrique Peña Nieto y que con el actual existe buena coordinación. “No sé si hubiera sido mucho más el apoyo si el candidato del PRI hubiera ganado, tal vez sí, pero no puedo decir lo contrario”, considera y agrega que actualmente con el gobierno federal existe una buena coordinación.

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