Protocolo de prueba Covid para alumnos, da confianza a padres
En las pruebas que instrumentó el programa “Lolli Estrategy” en escuelas primarias para detectar posibles contagios de COVID-19, basta que el propio niño se lleve a la boca un hisopo, en forma de paleta y sin sabor alguno, así como 30 segundos suficientes para levantar la muestra y en cuestión de horas obtener el resultado.
Se trata del método Lolli, con el que Tabasco es vanguardia en el país para la detección oportuna de casos de SARS-CoV-2 en escuelas, a través de una prueba PCR en forma de paletita, pero sobre todo evitar el contagio en el seno familiar, cuando el niño por lo regular tiene menos riesgo a desarrollar síntomas de COVID-19 que los adolescentes y adultos, pero sí diseminar el virus entre sus familiares padres, hermanos o abuelos.
A la par con el reinicio de clases, la aplicación de las pruebas avanza en los municipios de Jalapa, Teapa y Tacotalpa, tres de los siete municipios, donde las secretaría de Salud y Educación acordaron una primera fase.
Para esta campaña en Tabasco, Jesús Ruiz Quiñones, jefe del Centro de Investigaciones de Enfermedades Tropicales y Gibrán Rubio Quintanares, un estudiante mexicano de postgrado en la Universidad de Colonia, Alemania, sumaron sus esfuerzos de investigación a partir de un programa piloto, a partir de los resultados exitosos en aquél país europeo, donde fueron aplicadas 26 millones de pruebas para detectar un total de mil 350 casos positivos.
En este proyecto que fue desarrollado desde hace varios meses en la entidad, participa personal del Hospital Regional de Alta Especialidad “Juan Graham Casasús”, que mantiene una estrecha coordinación con la Universidad de Colonia, Alemania, donde ya se aplica esta propuesta como política pública.
En una de las jornadas de muestreo, Gibrán Rubio Quintanares explicó que este proyecto es fácil de llevar a cabo en las escuelas, porque ni siquiera requiere de una brigada de la Secretaría de Salud, sino solo de la participación de los maestros, que con el previo consentimiento de sus padres, proporcionan el hisopo a alguno de los niños que retornaron a clases.
“Simplemente, juntamos los hisopos para la toma de muestra en la escuela, viene en empaque individual, simplemente es abrirlo. El hisopo tiene una hendidura, por lo cual se puede cortar. En niños pequeños o con capacidades diferentes, podemos cortarlo antes de dárselo, se le da al niño, se le asiste para jugar con él en la boca 30 segundos y después, simplemente en el tubo colector de grupo se depositan todas las muestras una por una; al final se cierra”, explicó.
Rubio Quintanares detalló que a los niños que resulten positivos, al día siguiente se les pide que regresen a casa y permanezcan resguardados por 14 días, en tanto que el resto, cinco días, para regresar de inmediato a una segunda muestra ya de todo el grupo.
“Si ese fuera el caso (un resultado positivo), esos niños se quedan en casa, pero ya llevan un hisopo a su hogar, que van a tener desde el primer día siempre y guardado para que se tomen una muestra y el familiar lo pueda traer a la escuela para el día siguiente de la primer muestra grupal”, comentó.
Ruiz Quiñones, recalcó que a partir de la alerta de un niño contagiado, se instrumenta la estrategia de vigilancia epidemiológica, conocida como Centinela, con la cual se avisa a la Jurisdicción Sanitaria, que a su vez se encargará de rastrear tanto a la familia del alumno, como también encomendar al personal del plantel la suspensión temporal únicamente del salón de clases y de que realice un segundo muestreo.
“Nosotros obtenemos un resultado de una escuela positiva, lo notificamos a jurisdicción y a supervisión al mismo tiempo, de tal manera que la jurisdicción empieza a hacer un rastreo del salón de clases, ubica a los niños y les proporciona el material para el muestreo, a través del método “Lolli Strategy”, de manera individual ya rotulado con nombre y todos los datos de cada niño”, señaló Ruiz Quiñones.
Esta campaña de muestreo en escuelas además de ayudar a detectar oportunamente a un menor con resultado positivos de COVID, su fin es dar confianza a los padres de familia de que sus hijos no están riesgo de contagio en las escuelas, a como si puede ocurrir en otros espacios públicos.
“Será una manera de evitar, de evitar que se hable mal del seno escolar. Será una manera de evitar que se sospeche fue el censo escolar la razón del contagio. Simplemente diremos sacamos al niño de la escuela y que estaba potencialmente infectado o que estaba positivo. Evitamos más contagios y en su seno familiar lo cuidamos bien y lo arroparnos de tal manera que él a los 14 días regresará”, subrayó el infectólogo.
Ruiz Quiñones informó que la estrategia avanza de los tres municipios que fueron planteados, a un ritmo de 300 escuelas diarias, en las que se muestrea a un niño de un salón y añadió que los resultados ayudarán al mismo tiempo para redefinir estrategias de mitigación y contención de la pandemia.
“Haremos un tamizaje por salón de clases del cual vamos a sacar resultados individuales para poder establecer medidas junto con la Secretaría de Salud de aislamiento, contención y mitigación”, indicó.
En la campaña de muestreo, aseguró Ruiz Quiñones, se garantiza la inclusión de cualquier niño y una muestra de ello, es que la estrategia comprendió el Centro de Educación de Educación Especial de Teapa, donde se le aplicó la prueba del hisopo a un niño y a una niña, con capacidades diferentes.
Doña Rosa Méndez Hernández, madre de la menor, manifestó su agradecimiento por el hecho de haber sido examinada su hija de una manera tan sencilla.
“Estoy tranquila y me da gusto que le hayan hecho su prueba a la niña y ahora sí que ya, ya me siento más tranquila, le doy gracias a Dios, que Dios nos ayude por todo lo que está pasando”, expresó.
De esta forma, “Lolli Estrategy” tiene como principal propósito prevenir que los infantes en su regreso a las aulas escolares, puedan enfermarse del coronavirus y a su vez dar la oportunidad de que los familiares del menor que sean portadores del SARS-CoV-2, puedan atenderse a tiempo.